Todo comenzó en 1971, en un pequeño local del mercado Pike Place en Seattle. Tres amigos apasionados por el café querían vender granos de alta calidad. Pero fue Howard Schultz, años después, quien cambió por completo la historia de Starbucks. Durante un viaje a Italia, Schultz se inspiró en la cultura del café italiano: un lugar donde la gente se reunía, conversaba y creaba vínculos.
Así nació una nueva idea: hacer del café una experiencia, no solo una bebida.

En los años 90, Starbucks se expandió rápidamente por el mundo. Su éxito no se basó solo en la calidad del producto, sino en la sensación de pertenencia. Cada tienda se convirtió en un “tercer lugar”: ni casa ni trabajo, sino un espacio donde todos podían sentirse bienvenidos.
Hoy, Starbucks tiene más de 38.000 tiendas en 80 países y sirve alrededor de 100 millones de clientes por semana. Pero su historia no se detiene ahí. La marca promueve el comercio justo, el uso de vasos reutilizables, y el objetivo de ser carbono neutro para 2030.

Starbucks no solo vende café, sino momentos: una charla con amigos, una pausa entre clases, o el aroma que acompaña una mañana lluviosa.

“Para nosotros, cada taza cuenta una historia.”
Y esa historia, escrita con café y comunidad, sigue inspirando al mundo. 🌍✨







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