Deje caer el cuerpo, la pila cada vez era más grande y no tenía idea de cuantos insurgentes quedaban. Sinceramente, tampoco sabía cuántos de los nuestros habían sobrevivido. La escena se me antojaba lúgubre.
10 minutos para la extracción. – la voz del capitán retumbó en mis oídos.
Lancé una maldición, el tiempo se acababa y yo no había completado la misión: eliminar la CEH. El Centro de Experimentación Humana para la Convergencia Cyborg, un lugar salido del infierno que usaba partes humanas, para crear uno que otro hombre hojalata. Experimentos muy jodidos, Frankenstein estaría orgulloso.
5 minutos para la extracción – la voz volvió a llenar mi cerebro.
Suspiré, estaba tan acabado…hace solo un año jugaba HALO en la computadora, mientras hacía trampa en una prueba con mis amigos en una laptop. ¡Carajo! ¡Incluso me daba el gusto de hablar con Camille por celular mientras hacía todo lo demás! Ahora apilaba cuerpos, cuerpos y cuerpos de gente que ya ni sabía si era humana, después…bueno, después hacía informes, muchos informes que acababan conmigo frente a tres pantallas simultáneamente tecleando informes, vigilando a los cyborgs encerrados en el Sector B y practicando simulaciones.
2 minutos para la extracción
El humo estaba sofocando mis pulmones y juro que una cerveza no me vendría mal, nada mal.
1 minuto para la extracción.
Talle suavemente la mano de Valerie, sus ojos seguían abiertos, su sonrisa estaba torcida en mueca y su rostro estaba pálido. Me pregunté si la usarían, si desmembrarían su cuerpo y lo convertirían en algo más, tal vez podría volver a ver sus ojos…
30 segundos para la extracción
El aire se volvió más denso y el suelo empezó a vibrar, tan fuerte…tan denso…mi vista se nubló.
El dolor aplastante en mi cabeza casi me hizo vomitar. Intenté moverme, intenté respirar pero no pude hacer más que abrir los ojos. Una sensación aplastante me embargó, seguía conectado, tres grandes pantallas se distribuían frente a mi y dos más estaban ancladas a las reposaderas de mi brazos. “Game Over” se leía en ellas.
Gire mi cabeza intentando desconectar la interfaz de mi cerebro.
¡Hey! Quieto – Una voz suave, algo cálida me llamo – te vas a hacer daño.
LEXY me dio una sonrisa desde mi costado izquierdo y me inyectó más del líquido azul. Acarició suavemente mi cabello y mientras su mano llegaba a mi mejilla, mi corazón dio un vuelco.
Su sonrisa se volvió dulce.
Veamos, veamos – su mirada se posó en mis ojos – ¿Cuántos cuerpos haz recopilado?
Hecho por: Wendy Morales, Emily Guerra, Oscar Hevia, Alegría Mier
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